La principal ventaja del libre comercio son los precios más bajos para los consumidores, mientras que una desventaja es que las empresas nacionales a menudo tienen dificultades para competir con las grandes empresas internacionales.
El tema del libre comercio es muy divisivo, porque los que están a ambos lados del debate ofrecen razones convincentes para apoyar su punto de vista. En términos de ventajas, es muy probable que el aumento de la producción se deba a una repentina afluencia de empresas extranjeras en el mercado interno. Una mayor competencia da como resultado la búsqueda de formas de reducir costos y luego transferir estos ahorros al consumidor. Aparte de esto, el nivel de vida de un país puede aumentar debido a un crecimiento económico más rápido y salarios más altos.
Por otra parte, aunque el libre comercio rompe las barreras del mercado, también puede causar que una recesión en un país tenga un gran efecto en un socio comercial clave. Además, el libre comercio a menudo resulta en la pérdida de empleos en el hogar (particularmente en los países occidentales), porque esos trabajos se envían al extranjero donde los costos salariales son más baratos. Finalmente, el libre comercio a menudo ahoga a las industrias locales que todavía tienen que despegar, porque las empresas extranjeras han establecido economías de escala. Las industrias nacionales incipientes necesitan la protección del gobierno de corporaciones extranjeras que son capaces de competir en una escala mucho mayor.