Los tigres ayudan a mantener los ecosistemas equilibrados, lo cual es una ventaja; sin embargo, ocasionalmente comen humanos o ganado, lo cual es una desventaja. Si bien estas desventajas son serias, estas situaciones son raras. Cuando los tigres cuentan con suficiente hábitat y presas naturales, no causan muchos problemas a los humanos. A fin de cuentas, los tigres son componentes importantes y beneficiosos del mundo natural que merecen la protección que ofrecen.
Los tigres son depredadores del ápice, lo que significa que no tienen depredadores naturales como adultos. Los depredadores de ápice son muy importantes para los hábitats en los que viven, ya que evitan que las especies de presa se conviertan en grandes poblaciones. Los tigres consumen principalmente herbívoros grandes, como ciervos y cerdos. Cuando no hay tigres alrededor para mantener a raya a las poblaciones de ciervos y cerdos, los herbívoros alcanzarán densidades muy altas. Cuando esto sucede, muchos de ellos mueren de hambre o recurren a fuentes humanas de alimentos.
Los tigres están desapareciendo en la naturaleza porque su hábitat está siendo destruido a una velocidad alarmante. Los tigres requieren hábitat de bosque primario para sobrevivir, pero los humanos han reducido gran parte de su hábitat histórico para construir pueblos y aldeas. Además, los cazadores furtivos, que buscan vender sus partes para medicinas populares, matan a muchos tigres.