No se debe usar una cama bronceadora hasta que el nuevo tatuaje esté completamente curado, lo cual demora aproximadamente tres meses. Una vez que se haya completado la curación, es una buena idea tomar precauciones para proteger el tatuaje y la piel.
Los mismos rayos ultravioleta que broncean la piel gradualmente atenuarán la tinta del tatuaje. Los rayos UV en las camas de bronceado están más concentrados que en los exteriores, por lo que la exposición debe ser limitada. Se recomienda un protector solar con un alto SPF antes del bronceado, pero no es una buena idea usar un protector solar en un nuevo tatuaje hasta que haya terminado de pelarse y haya crecido una nueva capa de piel protectora.