Las ventajas de la minería de superficie incluyen los beneficios económicos y financieros para los mineros y las comunidades y una alternativa más segura a la minería de pozo, pero sus desventajas incluyen los impactos ambientales, como la erosión y la contaminación. La minería, proporciona suministros económicamente vitales de carbón, que alimenta el transporte y crea productos de consumo, impulsando las economías locales. Este tipo de minería se produce principalmente en las cimas de las montañas, y se remonta a principios del siglo 20, cuando las nuevas máquinas hicieron más fácil el movimiento de la tierra.
Los partidarios de la minería de superficie sostienen que promueve la energía limpia, produciendo menos perturbaciones ambientales que la minería de pozo. Sin embargo, los opositores de la minería de superficie citan muchos problemas con sus operaciones. Atrae críticas por contaminar y cambiar las corrientes locales, llenándolas de rocas y toxinas potencialmente dañinas. La minería de superficie también requiere la limpieza de grandes extensiones de tierra, lo que requiere la eliminación de muchos acres de bosque. El corte de árboles invita a la erosión, ya que las raíces de los árboles anclan el suelo y el material de tierra a la superficie de la tierra. La alteración del paisaje también afecta a las poblaciones locales de plantas y vida silvestre, ya que las plantas y los animales pierden sus hogares en las operaciones mineras. El riesgo de derrames y fugas aumenta con la minería de superficie, y el establecimiento de minas pone en peligro el valor y la integridad estructural de las casas y bienes raíces circundantes.
