Las tres etapas de la señalización celular son la recepción, la transducción y la respuesta. Según Hartnell College, los humanos reciben e interpretan constantemente señales del entorno en forma de luz, calor, olores, tacto y sonidos.
Las células del cuerpo humano también están recibiendo señales de otras células en el cuerpo. Estas señales son importantes para mantener a las células vivas y en buenas condiciones para garantizar que ocurran eventos como la división y diferenciación celular. Las señales son en su mayoría sustancias químicas que se encuentran en los fluidos extracelulares alrededor de las células, también llamado ligando. Estos fluidos pueden provenir de lugares distantes en el cuerpo o de células cercanas e incluso pueden provenir de la misma célula.
En la etapa de recepción, los receptores de membrana se unen con una molécula de señal o un ligando, lo que provoca la producción de una segunda señal, que causa una respuesta celular. Estos receptores transmiten información desde el entorno extracelular al interior de la célula al cambiar de forma o unirse a otra molécula de proteína una vez que un ligando específico se une a ella. Ejemplos de receptores de membrana son los receptores acoplados a proteínas G y las tirosina quinasas receptoras. Los receptores intracelulares se pueden encontrar dentro de la célula en el citoplasma o en el núcleo de la célula. Los mensajeros químicos que son pequeños pasan a través de la membrana plasmática y se unen a los receptores intracelulares. Una vez que la señal se une y se activa, el receptor puede iniciar una respuesta celular.