Según los Institutos Nacionales de la Salud, lo que muestran los medios de comunicación no es generalmente malo; sin embargo, su representación de la violencia, el lenguaje ofensivo y la sexualidad pueden tener una influencia negativa, especialmente en los niños y adolescentes. Los medios de comunicación a menudo tienden a ofrecer representaciones poco saludables de la vida real.
Millones de mujeres a menudo se encuentran tratando de alcanzar o adherirse a un estándar de belleza poco realista, como el peso ideal y la ropa para usar. Aparte de los programas de televisión, también hay anuncios que influyen en los hábitos de gasto. Las empresas invierten millones para influir en las decisiones de gasto con respecto a qué productos comprar, en qué lugares quedarse y en qué empresas confiar al presentar una imagen tentadora.
Los medios de comunicación también ofrecen diversas formas de entretenimiento, lo que dificulta que una persona, especialmente un niño, diga que no. Millones de adultos y niños prefieren pasar horas frente a la pantalla de la computadora o la televisión que interactuar con otros en el mundo real. Esta falta de actividad física también aumenta el riesgo de obesidad.
La influencia de los medios es muy extensa en la sociedad. De hecho, los medios de comunicación construyen la vida diaria, ya que la mayoría depende en gran medida de la información proporcionada. Si bien la exposición a mucha información es buena, también puede causar una sobrecarga que puede tener repercusiones negativas en las personas y en la sociedad en general.