El cuerpo más delgado de un delfín, la nariz en forma de pico y las aletas curvas lo distinguen de la constitución robusta de la marsopa, la cara redondeada y las aletas triangulares, según el Servicio Nacional del Océano. Aunque son especies diferentes, los delfines y las marsopas ambas pertenecen al orden Cetacea. Se han descubierto aproximadamente 32 especies de delfines, mientras que solo existen seis especies de marsopas conocidas.
Los delfines están en la familia taxonómica Delphinidae, mientras que las marsopas están en la familia Phocoenidae. Ambos se clasifican como "ballenas dentadas", pero los dientes más planos y redondos de una marsopa difieren de la forma cónica y puntiaguda de los dientes de delfín. Las marsopas tienen una vida útil promedio de 15 a 20 años, mientras que los delfines pueden vivir más de 50 años, afirma Wonderopolis. Las marsopas se reproducen a un ritmo más rápido, lo que los científicos creen que contribuye a sus vidas más cortas.
Ambas especies usan la ecolocación para comunicarse bajo el agua, pero los delfines también usan sus orificios para hacer silbidos. Las marsopas y los delfines son muy inteligentes y poseen una estructura especial, conocida como melón, en sus cabezas para transmitir ondas sonoras, afirma el Servicio Nacional Oceánico.
Los delfines son una atracción popular para los humanos porque su comportamiento "hablador" los hace parecer juguetones y sociables. En contraste, las marsopas solo producen sonidos que no son audibles para el oído humano, afirma Wonderopolis. Las marsopas son más tímidas hacia los humanos. Viajan en pequeños grupos de dos a cuatro, conocidos como vainas, y rara vez se acercan a los barcos oceánicos. Los delfines viven en grandes grupos e interactúan cómodamente con los humanos en cautiverio y en aguas abiertas.