Los ejemplos de estímulos internos incluyen: hambre, niveles hormonales, sensación de ansiedad y cambios en los signos vitales, como la presión arterial. Un estímulo se define como cualquier cosa que pueda causar un cambio físico o de comportamiento. Los estímulos son tanto internos como externos.
Los estímulos internos, como las tasas de presión arterial, se producen debido a los receptores en el cuerpo que hacen que los vasos sanguíneos se abran o se contraigan. Los estímulos externos incluyen los sentidos como la vista, el sonido, el tacto y el olfato. La respuesta de un cuerpo a ingerir medicamentos es un ejemplo de estímulos externos.Las reacciones a los estímulos se conocen como respuestas. Las respuestas pueden incluir contracciones de los músculos, transpiración y cambios en las ondas cerebrales.