Algunos ejemplos de objetos transparentes incluyen vidrio, celofán, diamante y ámbar. La transparencia se produce cuando la luz pasa a través de un material sin dispersarse. Tiene aplicación en muchos campos y se utiliza tanto para fines funcionales como estéticos.
Las aplicaciones variadas de la transparencia en el vidrio son más evidentes en las ventanas. El vidrio para objetos funcionales como automóviles, linternas y microscopios también aprovecha la transparencia del vidrio tanto por motivos de seguridad como estéticos. Los comercializadores explotan la transparencia del vidrio con botellas de productos, como jugos y perfumes. Los objetos domésticos, como el celofán y otros plásticos, usan la transparencia con fines funcionales para ayudar a las personas a identificar lo que hay dentro de una bolsa o envuelto. Las gemas transparentes naturales, como los diamantes, se han utilizado no solo para crear una belleza impresionante, sino también para aplicaciones prácticas e innovadoras en tecnología informática, termografía y otros campos. La transparencia del ámbar, resina fosilizada de árboles, se convierte en una gema valiosa, pero igualmente importante ha permitido a los paleontólogos hacer descubrimientos de fósiles revolucionarios, incluidos dos ácaros descubiertos en el norte de Italia que se estiman en más de 230 millones de años. p>
Los objetos transparentes no deben confundirse con objetos translúcidos, que transmiten pero difunden la luz que pasa a través de ellos.