Para asustar realmente a alguien, desencadenar su respuesta de lucha o huida. Una forma grave de estrés, como pensar en una amenaza eminente, puede desencadenar la respuesta. Ser perseguido o amenazado por un miedo es suficiente para asustar a muchas personas. Usa los peores temores de una persona para la reacción más fuerte.
Sentirse desamparado también induce mayor estrés. Cree un fuerte susto acorralando a alguien en un área de la que no puede huir. Mejora el susto con un puntal, como una motosierra, arañas falsas o artículos temerosos similares.
Una forma simple y clásica de asustar a alguien es esconderse en un área invisible y saltar de repente. Use un armario, agáchese detrás de un mueble o escóndase en silencio debajo de la cama para realizar este susto. Salte para asustar al objetivo en un momento oportuno. Asuste a alguien en la ducha acurrucándose con un apoyo aterrador o simplemente gritando.
Los dispositivos tecnológicos son herramientas muy efectivas cuando se trata de asustar a alguien mal. Use un avión fantasma, máscaras impresas en 3D o una herida falsa hecha de látex para crear la ilusión de que los temores más graves de una persona cobran vida. Las máscaras de goma y los disfraces con frecuencia asustan a las personas, además de contarle a alguien una historia espeluznante o mostrar una película de terror.