Por lo general, los rasgos de personalidad o carácter más prevalentes de una persona se expresan a la vez como fortalezas y debilidades correspondientes. Por ejemplo, alguien con fuertes habilidades analíticas y de pensamiento puede ignorar sus sentimientos o instintos cuando tomando decisiones. Comprender cómo las fortalezas y debilidades se contrarrestan entre sí puede ayudar a las personas a encontrar un equilibrio personal, así como a crear una impresión favorable en un entorno empresarial.
Según el análisis del tipo de personalidad de Peter Urs Bender, las personalidades analíticas tienden a ser minuciosas y disciplinadas. Sin embargo, estas fortalezas también se expresan como las debilidades del perfeccionismo o de ser demasiado rígidas y exigentes con los demás.
El tipo de personaje que Bender llama "conductor" se centra en el logro y muestra las fortalezas de ser decisivo, determinado e independiente. Sin embargo, esa persona también tiene una tendencia a ser dominante y, a menudo, no funciona bien con otras personas o se molesta en ver los problemas desde la perspectiva de los demás.
Algunas personas muestran las fuertes fortalezas de carácter positivo de ser diplomáticos, pacientes y de apoyo, y son capaces de llevarse bien con los demás fácilmente. Las debilidades correspondientes de este tipo de personaje son las tendencias a ajustarse a lo que otros quieren, dejar que las tareas se deslicen sin completarlas y no ser asertivo cuando sea necesario.
Las personas expresivas son típicamente tipos entusiastas e imaginativos que son comunicadores efectivos. Las debilidades de su carácter se manifiestan cuando aparecen con demasiada fuerza, hablan demasiado o quedan atrapados en los sueños sin ser realistas.