El debate en psicología sobre la estabilidad frente al cambio se centra en la permanencia de los rasgos de personalidad iniciales. Algunos psicólogos del desarrollo argumentan que los rasgos de personalidad observados en la infancia persisten durante toda la vida de una persona, mientras que otros no están de acuerdo.
El apoyo a la permanencia de los rasgos de personalidad iniciales se basa en gran medida en el trabajo de Sigmund Freud, quien argumentó que los rasgos de personalidad que se manifiestan en los primeros cinco años pueden predecir los rasgos de la personalidad adulta. Los teóricos del cambio creen que las personalidades adultas están formadas gradualmente por las interacciones con los demás y las experiencias culturales, y pueden cambiar con el tiempo. Una serie de teorías del cambio se centran en las etapas de desarrollo que deben completarse antes de que pueda comenzar la próxima.