Las bacterias probióticas son beneficiosas porque protegen el cuerpo al mantener bajo control a los patógenos dañinos, como la cándida. También estimulan el sistema inmunitario para mantenerlo listo para combatir enfermedades dañinas y curar a revestimiento intestinal.
El cuerpo humano contiene alrededor de 7 libras de bacterias beneficiosas, principalmente en los intestinos. Además de las bacterias digestivas como Acidophilus, otras bacterias tienen una serie de funciones en el cuerpo. La cianocobalamina ayuda en la producción de vitamina B12. Los estreptococos mutans se encuentran en la boca y ayudan a convertir el azúcar en ácido láctico.
Otros tipos de bacterias benéficas, como Bacillus subtilis, están presentes en el suelo para ayudar al crecimiento y la salud de las plantas. Bacillus thuringiensis es una bacteria utilizada como pesticida natural para mosquitos y orugas.