Una bombilla incandescente de 100 vatios emite 1.600 lúmenes. Los vatios miden la energía eléctrica requerida para encender una bombilla, mientras que los lúmenes son una medida del brillo de la luz producida.
Las bombillas de bajo consumo, como las lámparas fluorescentes compactas y las bombillas LED que producen lúmenes equivalentes a las de las bombillas incandescentes de 100 vatios, utilizan solo de 24 a 25 vatios de energía. Estas bombillas también duran más, lo que permite a los usuarios ahorrar más en costos de energía. Para ayudar a los consumidores a comprar CFL y bombillas LED, la Comisión Federal de Comercio y los fabricantes han trabajado juntos para crear nuevas etiquetas para estas bombillas. En las etiquetas se indica el brillo de las bombillas en lúmenes, la esperanza de vida, los vatios utilizados y la apariencia de luz. Esto facilita a los consumidores la compra de bombillas de reemplazo de ahorro de energía para sus bombillas incandescentes antiguas.
