La artritis reumatoide y la gota son los tipos más comunes de artritis inflamatoria, según WebMD. A diferencia de la artrosis, que es una afección degenerativa, la artritis inflamatoria afecta los tejidos que rodean las articulaciones. Otros tipos de artritis inflamatoria incluyen la artritis psoriásica, el lupus y la artritis séptica.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones, informa WebMD. Los investigadores aún no han identificado la proteína específica responsable de esta condición. La inflamación crónica causada por la artritis reumatoide con frecuencia produce lesiones articulares y deformidades, y muchas personas que padecen esta enfermedad desarrollan bultos llamados nódulos reumatoides en las articulaciones, como los nudillos y los codos, donde las áreas de la articulación están sujetas a presión. Además del dolor y la rigidez en las articulaciones, los síntomas de la artritis reumatoide son a menudo graves y pueden incluir fatiga, fiebre, pérdida de apetito y pérdida de peso.
La gota es una afección inflamatoria causada por la acumulación de cristales de urato en los tejidos articulares, explica la Clínica Mayo. El ácido úrico normalmente se disuelve en la sangre, se filtra por los riñones y se excreta en la orina. Cuando se produce en cantidades excesivas, o cuando no se excreta suficientemente por los riñones, el ácido úrico se acumula y forma cristales en forma de agujas en los dedos de los pies, pies, tobillos, muñecas y manos. Los síntomas de la gota suelen ser repentinos, con dolor intenso e hinchazón que disminuye gradualmente. Los ataques posteriores generalmente duran más tiempo y se extienden a otras articulaciones, lo que eventualmente resulta en una disminución de la movilidad articular.
