Los síntomas de un ataque isquémico transitorio, o AIT, incluyen debilidad y entumecimiento repentinos en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado, afirma la Clínica Mayo. Las víctimas de un AIT también pueden experimente ceguera en uno o ambos ojos, dificultad para hablar y pérdida de equilibrio.
Los síntomas de un AIT se parecen a los de un derrame cerebral. Ocurren repentinamente y siempre son temporales, generalmente disminuyendo en 10 a 20 minutos, según WebMD. Tanto el accidente cerebrovascular como el ataque isquémico transitorio resultan de una interrupción en el suministro de sangre al cerebro. En el caso de un ataque isquémico, la interrupción es temporal, generalmente dura de una a 24 horas, señala Healthline.
Las pruebas médicas que ayudan a determinar la causa de un ataque isquémico transitorio incluyen un examen físico, ecografía carotídea, angiografía por tomografía computarizada, angiografía por resonancia magnética y arteriografía, de acuerdo con la Clínica Mayo. Estas pruebas examinan el suministro de sangre al cerebro y detectan el estrechamiento y la oclusión de las arterias. La tomografía computarizada y la imagen de resonancia magnética ayudan a encontrar el daño causado por un accidente cerebrovascular, y un ecocardiograma busca coágulos en el corazón.
Las posibles víctimas de ataques isquémicos transitorios y accidentes cerebrovasculares comparten los mismos factores de riesgo, como los antecedentes familiares y la edad, afirma la Clínica Mayo. Ciertas condiciones de salud, como la presión arterial alta y el colesterol alto, y las opciones de estilo de vida como la inactividad y fumar cigarrillos, también aumentan las posibilidades de ataque ictémico o accidente cerebrovascular.
Si bien los síntomas de un AIT son de corta duración, debido a que pueden ser un precursor de un accidente cerebrovascular, las víctimas deben buscar atención médica de inmediato, señala la Clínica Mayo. Los tratamientos pueden incluir medicamentos antiplaquetarios o anticoagulantes. En algunos casos, un médico puede realizar una cirugía para limpiar las arterias.
El tratamiento para un TIA generalmente involucra pruebas tempranas y se enfoca en prevenir otro TIA, de acuerdo con WebMD. Los médicos que lo tratan pueden recomendar medicamentos como la aspirina, el clopidogrel, el dipiridamol con la aspirina y la warfarina. Los métodos de prevención incluyen bajar la presión arterial, cambiar la dieta y controlar la diabetes. En casos severos, la cirugía puede ser necesaria para reabrir las arterias estrechas.