La gripe es una infección viral del sistema respiratorio que puede causar síntomas como dolor de cabeza, dolor muscular y corporal, fatiga, fiebre, tos y congestión. Estos síntomas pueden aparecer rápidamente y durar varios días o hasta una semana. La gripe se presenta en tres variedades o tipos.
Tipos de gripe
La gripe se clasifica según el tipo de virus que causó la afección. Los tres tipos principales de gripe son tipo A, tipo B y tipo C. Los síntomas de todos los tipos de gripe son generalmente los mismos, de acuerdo con About.com. Sin embargo, la gripe tipo C tiene manifestaciones menos graves en comparación con los otros dos tipos. La mayoría de los casos de gripe cada año son de tipo A o B.
A diferencia de la gripe tipo A, la gripe tipo B no causa pandemias, pero puede ser lo suficientemente perjudicial como para desencadenar brotes estacionales. Por otra parte, la gripe tipo B se produce sólo en huéspedes humanos. Los profesionales de la salud recomiendan vacunarse contra la gripe cada año.
Síntomas de la gripe tipo B
La gripe tipo B puede causar algunos síntomas similares a los que se experimentan durante un resfriado, como tos, congestión, dolor de garganta, fatiga y senos congestionados. Sin embargo, mientras que los síntomas del resfriado suelen aparecer en el transcurso de varios días, los síntomas de la gripe generalmente aparecen repentinamente, dentro de un día o unas pocas horas.
Los síntomas que son únicos de la gripe incluyen fiebre, dolores de cabeza, fatiga extrema y dolores corporales. Estos síntomas son muy raros en aquellos que tienen un resfriado y son buenos indicadores de que la persona infectada padece la gripe.
Los síntomas de la gripe tipo B son similares a los síntomas de la gripe tipo A. Ninguno de los tipos de gripe se considera más grave que el otro tipo. La diferencia entre los dos tipos de gripe reside en la capacidad de las diferentes cepas de virus para causar epidemias. Tratamiento
Aquellos que sufren de gripe deben quedarse en casa y no ir al trabajo, a la escuela ni a eventos sociales para evitar contagiar a otros. Si bien no existe cura para la gripe, los reductores de fiebre como el Tylenol pueden ayudar a que una persona infectada se sienta más cómoda. También es importante que quienes padecen la gripe descansen mucho y beban muchos líquidos.
Aquellos que tienen un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe, como los ancianos, las mujeres embarazadas y los niños, deben consultar a un médico poco después del inicio de los síntomas. Además, las personas que creen que pueden haber contraído una infección secundaria, como neumonía, deben comunicarse con un médico lo antes posible.