Los síntomas de la infección aguda por VIH que generalmente ocurren entre dos y seis semanas después de la exposición al virus incluyen náuseas y vómitos, dolor de cabeza, diarrea, fatiga y fiebre, según WebMD. Las personas infectadas también pueden experimentar dolor en los músculos y desarrollar una erupción roja que no pica. Después de la etapa de infección aguda, que causa síntomas durante una o dos semanas, el virus entra en una etapa latente, durante la cual los pacientes no experimentan ningún síntoma.
El SIDA es la etapa final de la infección por VIH, explica WebMD. Durante esta etapa, los pacientes experimentan síntomas severos como cansancio extremo, sudores nocturnos, fiebre que dura más de 10 días, diarrea prolongada y falta de aliento. Los pacientes también pueden desarrollar ganglios linfáticos inflamados en la ingle o el cuello, lesiones púrpuras en la piel que no desaparecen e infecciones por hongos en la garganta o la boca. También puede ocurrir pérdida de peso, sangrado inexplicable y moretones fáciles.
El VIH generalmente se transmite a través de relaciones sexuales sin protección y al compartir agujas con una persona infectada, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El sexo anal es más riesgoso que el sexo vaginal, y la falta de circuncisión aumenta el riesgo de infección a través del sexo heterosexual, afirma la Clínica Mayo. Aunque no hay cura para el VIH a partir de 2015, los medicamentos pueden controlar el virus de manera efectiva.