Los huesos planos en el cuerpo humano incluyen las costillas, el esternón (esternón), la escápula (omóplato), la cintura pélvica y muchos de los 29 huesos que forman el cráneo. Los huesos planos actúan como protección para órganos esenciales o como puntos de unión para los principales grupos musculares.
El cráneo protege el cerebro, mientras que las costillas y el esternón protegen órganos internos vitales como el corazón, el hígado y los pulmones. La escápula y la faja pélvica actúan como puntos de sujeción más grandes para los músculos.
Los músculos unidos a los dos huesos de la escápula controlan la rotación de los brazos y los hombros. La escápula, junto con el hueso acromión, forma la parte superior de la cavidad del hombro.
La faja pélvica consiste en los tres huesos: el ilion, el ischium y el pubis. Estos huesos sostienen los músculos y el movimiento del tronco y los que permiten los movimientos de las piernas y las caderas.