Los tres ejemplos principales de fuerzas constructivas son la deformación de la corteza, las erupciones volcánicas y la deposición de sedimentos. Las fuerzas constructivas son los procesos que construyen formaciones terrestres. Estas formaciones incluyen montañas y capas de rocas sedimentarias.
La deformación de la corteza se refiere a cambios en la forma de la tierra, típicamente como resultado de colisiones entre las placas de la Tierra. Las erupciones volcánicas son aberturas en la corteza terrestre que permiten la liberación de roca fundida. Esta roca, llamada "lava", se convierte en formas de relieve de roca ígnea después del enfriamiento. La deposición de sedimentos es el proceso en el cual las partículas sueltas se compactan en capas duras de roca sedimentaria.