Los beneficios de usar la biotecnología para modificar genéticamente los organismos incluyen un mayor rendimiento a un costo reducido, precios más bajos, un mayor uso de la tierra, un uso reducido de pesticidas y mayores ganancias para las compañías que desarrollan las plantas. Las objeciones a esta tecnología incluyen el temor de jugar a Dios, los temores sobre si los cultivos modificados genéticamente son sostenibles y las preocupaciones sobre la distribución de los beneficios y las cargas.
Los organismos modificados genéticamente permiten a los agricultores tener un mayor rendimiento de sus cultivos a costos de producción que son más bajos de lo que normalmente serían. Esto significa que el precio para el consumidor también es más bajo, por lo que económicamente este modelo tiene sentido. Además, la modificación genética abre la posibilidad de plantas de ingeniería genética para que puedan crecer en áreas que son propensas a la sequía o que tienen altos niveles de solución salina en el suelo. Esto significa que los agricultores podrían cultivar cultivos en áreas donde antes era imposible, lo que aumentaría el rendimiento general de los cultivos. Asimismo, la posibilidad de que los cultivos de ingeniería genética que son resistentes a las plagas disminuyan el uso de fertilizantes y pesticidas y reduzcan la escorrentía dañina.
Sin embargo, esta tecnología también tiene muchos inconvenientes. Muchas religiones creen que el hombre tiene una relación natural con la naturaleza y que la capacidad de cambiar la composición genética de un organismo vivo altera profundamente esta relación. Además, hay preguntas sobre si esta práctica es sostenible. Se pueden aumentar los rendimientos de cultivos y los cultivos en áreas donde antes no podíamos, pero no está claro si esta práctica es en realidad lo que es mejor para la Tierra o si solo agotará los recursos de la Tierra. Además, existe preocupación por la distribución de los efectos de esta biotecnología.