John Fitzgerald Kennedy tenía problemas de salud de larga data debido a un raro trastorno llamado Enfermedad de Addison. Debido a esto, a menudo estaba seguro de que la muerte era inminente, y un sacerdote le leyó sus últimos ritos en tres ocasiones distintas cuando se sentía gravemente enfermo.
Los problemas de salud relacionados con su espalda e intestinos también hicieron que Kennedy fuera descalificado médicamente del Ejército cuando intentó enlistarse para la Segunda Guerra Mundial. Los problemas crónicos de la espalda de Kennedy se debieron en parte al hecho de que una de sus piernas era más corta que la otra.
Debido a que era el hombre más rico que jamás había hecho el juramento presidencial, JFK donó su salario presidencial a la caridad. El día anterior a la firma de una prohibición de las importaciones cubanas, ordenó 1,200 puros cubanos. Bailó con una mujer negra en la inauguración presidencial, que fue la primera vez en ese momento. Se llevó una balanza con él a todos los lugares a los que iba porque estaba obsesionado con su peso. Temía que tuviera que postularse para la reelección contra el padre de Mitt Romney. Él y Jackie en realidad tuvieron cuatro hijos. Desafortunadamente, uno nació muerto y otro nació cinco semanas y media antes y murió dos días después.
