Algunos hallazgos sospechosos en una mamografía incluyen calcificaciones, que son pequeños depósitos minerales en el tejido de la mama, y masas, que son quistes o tumores, según la American Cancer Society. El radiólogo que lee la mamografía también observa los cambios entre las mamografías anteriores y la mamografía actual.
Las calcificaciones en una mamografía aparecen como pequeñas manchas blancas, señala la Sociedad Americana del Cáncer. Las calcificaciones pueden ser macrocalcificaciones, que suelen estar relacionadas con la edad o por inflamación o lesiones previas en el seno, o microcalcificaciones, que son más inquietantes y pueden ser motivo de preocupación. Los radiólogos evalúan el diseño y la forma de estas pequeñas motas de calcio en el seno para determinar la necesidad de estudios adicionales, incluidas biopsias, para descartar el cáncer.
Las masas en el tejido mamario pueden ser quistes llenos de líquido no cancerosos o tumores sólidos, informa la Sociedad Americana del Cáncer. Si una masa es en parte sólida, los estudios de imagen adicionales o una biopsia pueden descartar o confirmar la presencia de cáncer.
