El período al que se hace referencia como la Edad de Oro Islámica duró poco más de 400 años, tiempo durante el cual se hicieron enormes avances en los campos del arte, las humanidades y la ciencia. Durante este tiempo, Bagdad se convirtió en el capital intelectual del mundo, y se hicieron esfuerzos para consolidar textos importantes de todos los países en una sola biblioteca.
Bajo el liderazgo de la Edad de Oro, a los ciudadanos del Califato de Abbasid también se les otorgó un mejor acceso a la atención médica, la infraestructura y la educación que nunca antes. Se puso mucho énfasis en la erudición y el aprendizaje durante la Edad de Oro Islámica. Fue durante este tiempo que se fundaron en Bagdad las primeras universidades públicas que concedían títulos a los graduados, y la ciudad acogió a académicos de todas las nacionalidades y religiones siempre que hicieran contribuciones significativas a sus campos. La trigonometría, el método científico y las primeras observaciones que describen un proceso similar a la evolución fueron algunos de los logros alcanzados durante este tiempo.
Muchas de las obras de los filósofos griegos como Aristóteles que podemos leer hoy se conservaron durante la Edad de Oro Islámica. Se encontraron textos que fueron destruidos en sus condados nativos al excavar las bibliotecas de villas y palacios alrededor de Bagdad y las principales ciudades de Egipto.