La densidad fue descubierta por un matemático griego llamado Arquímedes. Nació en la ciudad de Siracusa, que era el corazón del arte, el comercio y la ciencia, y su padre, Fidias, era matemático y un astrónomo. Arquímedes viajó a Egipto para estudiar en Alejandría, que tenía una gran reputación de erudición y aprendizaje, y más tarde regresó a Siracusa para centrarse en sus ideas.
Alrededor del 250 a. C., Hiero II, rey de Siracusa, encargó a Arquímedes determinar si su corona estaba hecha de oro puro. El rey sospechaba que el artesano que hizo la corona lo estafó. Esta tarea desafiante puso en peligro la reputación de Arquímedes. A menudo acudía al mercado público para discutir cuestiones científicas, pero para esta tarea, optó por quedarse en casa.
En cambio, Arquímedes decidió relajarse en una bañera para pensar en el problema. Llenó la bañera hasta el borde y, mientras se sumergía en el agua, observó que el agua se derramaba por los lados. Esto provocó una idea que podría ayudarlo a manejar la tarea del rey. Se dio cuenta de que el volumen de agua que se había derramado era igual al espacio ocupado por su cuerpo.
Este hecho le dio un método para diferenciar entre una corona de oro puro y una corona mixta. Como la plata ocupa más espacio que una medida equivalente de oro, decidió sumergir la corona en agua. Cuando sumergió la corona, más agua se derramó por los lados. Arquímedes concluyó que la corona no era de oro puro y que el artesano defraudó al rey. Este evento histórico explica cómo descubrió la densidad.