La economía de la antigua Mesopotamia dependía principalmente de la agricultura y el comercio. Mesopotamia es considerada como la cuna de la civilización porque vio el comienzo del asentamiento humano en una sociedad organizada.
Una de las principales actividades económicas de la antigua Mesopotamia era la agricultura, que dependía en gran medida de la irrigación para el éxito. Los agricultores de la región canalizaron el agua de los ríos Tigris y Éufrates a sus tierras porque las condiciones geográficas naturales no eran adecuadas para la agricultura. Algunos de los cultivos que se cultivaron incluyen cebollas, manzanas, cebada, nabos y uvas. El uso de represas y acueductos fueron las principales formas de técnicas de control del agua en la región. Para complementar la agricultura en la región, las personas propusieron técnicas para la pesca.
Otro aspecto importante de la economía mesopotámica fue el comercio con las comunidades vecinas. Esto fue necesario por el hecho de que los recursos naturales no eran abundantes en la región. Los mercaderes asirios se dirigían a Mesopotamia con caravanas de burros que llevaban artículos como lata y textiles. Los mesopotámicos intercambiaron artículos como granos, aceite de cocina, cerámica, joyas y cestas. Adquirieron oro de los comerciantes egipcios, mientras que las perlas y el marfil se obtuvieron de los comerciantes indios. Los cursos de agua que pasaron por Mesopotamia lo convirtieron en un lugar ideal para que los comerciantes converjan.