Una mosca doméstica típica vive entre 15 y 30 días. Tener temperaturas cálidas, alimentos disponibles y un entorno sin riesgos ayudará a las moscas a vivir más tiempo.
Si hay comida disponible, las moscas pueden multiplicarse rápidamente. Sus principales fuentes de alimentos son el desperdicio de alimentos, la basura orgánica y las heces. Una sola mosca puede poner alrededor de 9,000 huevos durante su vida. Los huevos de la mosca se incuban en 24 horas para producir gusanos, la primera etapa en su desarrollo. Si los gusanos sobreviven las primeras 14 a 36 horas, se transforman en pupas y, posteriormente, en moscas completamente desarrolladas. Las moscas domésticas se consideran plagas peligrosas porque con frecuencia transmiten enfermedades que afectan a muchas otras especies, incluidos los humanos. Se han descubierto más de 100 enfermedades en las moscas, y la tuberculosis y el cólera son dos de las afecciones más graves que pueden tener.