La unidad contráctil más pequeña de fibra muscular es el sarcómero. Los sarcómeros se apilan a lo largo del tejido muscular. Estas unidades son tan pequeñas que algunas células musculares contienen miles de sarcómeros.
Dentro de los músculos, los sarcómeros se organizan en estructuras llamadas miofibrillas. Estos dan a los músculos su aspecto rayado. El ochenta por ciento de una célula muscular está formada por miofibrillas, que son responsables de las contracciones musculares.
Los sarcómeros contienen proteínas que pueden variar su longitud, y esto cambia la longitud del músculo. Cada sarcómero tiene filamentos delgados llamados actina y filamentos gruesos conocidos como miosina. Cuando estos filamentos experimentan interacciones físicas y químicas, se acortan, lo que conduce a la contracción muscular.