No hay forma de medir físicamente el núcleo interno de la temperatura de la Tierra; sin embargo, según las ecuaciones matemáticas basadas en lo que se conoce sobre el núcleo, se estima que el núcleo es de aproximadamente 9,000 grados Fahrenheit. Las aproximaciones de la temperatura interna de la Tierra han cambiado a través de las décadas a medida que la tecnología ha mejorado y la estimación actual es casi 1,000 F más alto que antes.
Se descubrió que el núcleo interno era sólido en 1906. Esto se determinó utilizando la actividad sísmica y la información obtenida de los registros sísmicos. La información recopilada a partir de estos registros y las acciones de las ondas de corte y de compresión llevan a los científicos a la idea de que el núcleo es sólido. Se cree que el núcleo de la Tierra está hecho de hierro, o una aleación de hierro, oxígeno y níquel. Esta información se basa en la teoría de la formación de plantas junto con la observación de la presencia de varios elementos que se encuentran en la Tierra y en el sistema solar. La densidad del núcleo, que es más alta que el hierro puro o el níquel, lleva a los científicos a creer que también hay otros metales en el núcleo, como el oro y el platino. Hay mucho más que aprender sobre el núcleo a medida que la tecnología avanza y los científicos pueden recopilar más información sobre el núcleo.
La estructura de la Tierra está separada en tres capas de composición: corteza, manto y núcleo. La corteza, que es la capa superior, se caracteriza a menudo por fallas y grietas. Los dos tipos de corteza son la corteza oceánica y la corteza continental.
El manto, más dividido en un manto superior e inferior, es significativamente mayor en proporción a la corteza y el núcleo. El núcleo se separa en un núcleo externo e interno. El núcleo externo tiene una consistencia líquida de hierro y níquel, con temperaturas que van desde los 7,200 grados F hasta los 9,000 grados F. El campo magnético de la Tierra se genera alrededor del núcleo externo.
Aparte del hierro, el núcleo interno contiene cantidades de níquel y azufre, así como otros elementos traza. Aunque es extremadamente caliente, los componentes del núcleo interno se han solidificado en una bola de hierro-níquel, en lugar de metal líquido. Esto ocurre porque las presiones dentro del núcleo interno son considerablemente mayores que las presiones sobre él, que superan ampliamente las temperaturas.
