La electromiografía, o EMG, mide la actividad eléctrica de los nervios que envían señales dentro y entre los músculos, llamadas neuronas motoras, y muestra una disminución de la actividad eléctrica si los nervios están dañados, según la Clínica Mayo. > Los nervios se comunican por todo el cuerpo con señales electroquímicas.
EMG mide e interpreta la actividad eléctrica a través de electrodos y muestra la información en formato visual o de audio. Según la Clínica Mayo, existen varios métodos para evaluar la actividad electroquímica utilizando EMG. Un electrodo de aguja mide directamente la actividad de la neurona motora dentro de un músculo. Un estudio de conducción nerviosa se utiliza para medir la actividad dentro de un músculo específico o a lo largo de un nervio a través de electrodos en la piel. Un estudio de conducción nerviosa puede mostrar si las neuronas motoras dentro de un músculo están enviando señales fuertes o débiles, y también evalúa la velocidad de la señal.
Los médicos pueden ordenar una EMG en pacientes con dolor nervioso, espasmos musculares o debilidad, hormigueo y entumecimiento. Algunas afecciones que pueden causar signos de daño a los nervios incluyen trastornos de la columna vertebral, como hernias de los discos, trastornos de los nervios periféricos que afectan las extremidades y trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular. Las pruebas de EMG pueden mostrar que hay una disminución en la señalización nerviosa y pueden usarse junto con otros criterios de diagnóstico para determinar la causa del daño.