La temperatura de un cometa varía significativamente dependiendo de dónde se encuentre en su órbita alrededor del Sol. Su temperatura puede variar desde varios grados por encima del cero absoluto hasta 350 Kelvin o más.
Según la Universidad Estatal de Georgia, los cometas que están lejos de una estrella pueden ser tan fríos como unas decenas de grados Kelvin por encima del cero absoluto. Sin embargo, cuando el cometa está cerca del Sol, su temperatura puede ser cientos de grados más alta. En el caso de Halley's Comet, Chaisson y MacMillan sugieren que su temperatura central es de 200 Kelvin y que la temperatura de la superficie es de 350 Kelvin cuando está cerca del Sol. Se ha observado que el cometa Halley es una combinación de agua congelada, helados volátiles y partículas rocosas. Según la Enciclopedia Británica, la temperatura caliente del cometa Halley cuando está a 0.9 UA del Sol se debe a la alta absorción de calor en su superficie oscura.
