Según Dartmouth, la corteza cerebral es la capa externa del cerebro y es responsable de numerosas funciones que incluyen sensación, lenguaje, creatividad, procesos motores, memoria, abstracción, emoción, atención y juicio. La corteza cerebral generalmente se asocia con las funciones de nivel superior del cerebro, y en animales con cerebros grandes, está arrugada para proporcionar más área de superficie para que fluya la materia gris.
La biología actual afirma que la corteza cerebral tiene un espesor de 2 a 3 milímetros en el cerebro humano y cubre un área de varios cientos de centímetros cuadrados. Neuroscience for Kids explica que además de las funciones mencionadas anteriormente, la corteza cerebral es responsable de la resolución de problemas, el procesamiento complejo de la información auditiva, el procesamiento del lenguaje y la articulación del habla. La corteza cerebral forma la experiencia perceptiva fundamental de los animales y les permite interactuar con su entorno. En los seres humanos, este proceso se amplifica de acuerdo con las capacidades intelectuales de la humanidad. Mientras que otros animales son capaces de comunicarse y lo que, en términos generales, podría considerarse como "lenguaje tonal", los humanos tienen procesos de alto nivel que permiten la abstracción, el lenguaje complejo y el razonamiento.
La corteza cerebral está dividida en dos secciones diferentes: el neocórtex y la asignación de espacio. El neocórtex es el más grande de los dos, tiene seis capas y puede dividirse en dos tipos: el verdadero isocórtex y el proisocórtex. El allocortex es más pequeño, no tiene seis capas y se compone de tres regiones: archicortex, paleocortex y periallocortex.