La membrana respiratoria, también llamada superficie respiratoria, está formada por la célula epitelial alveolar y la célula endotelial capilar pulmonar, y esta estructura ayuda a intercambiar los gases de dióxido de carbono y oxígeno. La membrana respiratoria Juega un papel clave en el intercambio de gases dentro de los pulmones. Esta membrana también ayuda a llevar oxígeno a la sangre y eliminar el dióxido de carbono.
La membrana respiratoria contiene un área de gran superficie cubierta por miles de estructuras celulares más pequeñas llamadas alvéolos. La superficie grande y permeable de la membrana respiratoria lo hace muy adecuado para facilitar el intercambio de gases que se producen y utilizan para funciones vitales, como la respiración y el metabolismo. El intercambio de gases es una parte crítica de permitir que los cuerpos funcionen correctamente. Los seres humanos consumen grandes cantidades de oxígeno, que las células utilizan para producir energía y realizar tareas básicas. El uso de oxígeno en última instancia produce un producto de desecho en forma de dióxido de carbono, que debe ser expulsado para evitar la acumulación en el cuerpo. La membrana respiratoria permite la transición sin problemas de partículas de oxígeno y dióxido de carbono a través de su superficie, ya que es suave y delgada, y requiere que los gases viajen distancias muy cortas. Tener un tiempo de viaje corto permite un intercambio de gases más rápido y con mayor eficiencia energética.