Los mejillones y las almejas difieren principalmente en su hábitat y anatomía. Tanto los mejillones como las almejas se clasifican como bivalvos y se clasifican en la categoría de mariscos comestibles. Los mejillones se congregan en hábitats de agua dulce y salada, mientras que las almejas se encuentran en cuerpos de agua dulce como lagos, estanques y arroyos.
Físicamente, los mejillones y las almejas tienen diferentes formas y estructuras corporales. Los mejillones son más largos y estrechos, y tienen conchas más largas y rectas. Los cuerpos y las conchas de las almejas, por el contrario, suelen ser de forma circular u ovalada, y tienen bordes suaves y redondeados, mientras que las conchas de los mejillones son lineales y más afiladas. Mientras que las conchas de las almejas funcionan principalmente como capas externas de la ropa al darles un poco de protección contra los elementos, las conchas de mejillones sirven para una variedad de propósitos prácticos. Estas conchas contienen nutrientes y minerales en sus paredes que proporcionan sustento para las células y los tejidos. Mientras que las conchas de almeja tienen una capa sólida, las conchas de mejillón están hechas de tres capas interconectadas. La capa de cáscara más interna se llama capa iridiscente, seguida de la capa prismática y, por último, el periostracum. Mientras que los mejillones tienen cáscaras externas más complejas, las almejas tienen estructuras anatómicas más desarrolladas, completas con riñones, corazones y bocas, y un sistema circulatorio y respiratorio más complejo que los mejillones.