Los mosquitos machos viven poco tiempo; la actividad principal en la que participan es el apareamiento. A diferencia de las hembras, los mosquitos machos no chupan la sangre de los humanos y otros animales. En cambio, los machos se alimentan sólo de néctares de plantas.
Los mosquitos hembras viven aproximadamente un mes, siempre que el clima sea favorable y haya suficiente comida disponible. Los varones, por el contrario, solo viven alrededor de una semana. Las hembras vuelan distancias mucho más largas que los machos, ya que los machos no tienen que cazar fuentes de sangre. Durante el proceso de apareamiento, los machos emiten zumbidos que atraen a las hembras. Además, los sonidos de zumbido ayudan a los hombres y mujeres a sincronizar sus patrones de vuelo para permitir el acoplamiento. Cuando dos machos están demasiado cerca uno del otro, a menudo no pueden coordinar su zumbido con el de una hembra. Debido a que los machos no pican a los animales, no desempeñan ningún papel en la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el virus del Nilo Occidental o la malaria.
La reducción de la población de mosquitos alrededor de hogares y negocios es a menudo posible. La forma más efectiva de reducir su población es eliminando el agua estancada del área. Los mosquitos hembra depositan sus huevos en agua estancada. Si bien los lagos y los estanques son imposibles de eliminar, muchas especies evitan depositar sus huevos en esos lugares.