Los geckos son tipos de lagartos, pero tienen varias características físicas, como cabezas más cortas y anchas y pies pegajosos, que los distinguen de otros tipos de lagartos. Los geckos y las lagartijas viven en muchas áreas alrededor del mundo y son particularmente adecuados para la vida en lugares cálidos y secos, como el suroeste de Estados Unidos y los desiertos en el Medio Oriente.
Hay más de 100 géneros diferentes y aproximadamente 1,000 especies de geckos que viven en la naturaleza en todo el mundo. Aunque esta familia de reptiles nocturnos es grande, hay incluso más especies dentro de la familia más amplia de lagartos. Aunque están estrechamente relacionados, existen varios rasgos físicos que facilitan la distinción de los geckos de otros tipos de lagartos. La mayoría de los geckos tienen la capacidad de trepar a los árboles, y lo hacen utilizando pequeñas almohadillas adhesivas que actúan como pequeñas succiones y están ubicadas en la parte inferior de sus cuatro pies. Los geckos también tienen dedos más largos que les ayudan a agarrar las superficies de la corteza y las ramas de los árboles; sus dedos de los pies están cubiertos con pequeñas extensiones de pelo que les ayudan a escalar superficies desiguales. Los gecos tienen cabezas más cortas y más anchas que muchas lagartijas, y también tienen colas cortas y rechonchas, en contraste con las colas largas y estrechas que se encuentran en otras lagartijas.
