Se pueden identificar diferentes tipos de geckos por su tamaño, coloración, patrones y marcas, y su hábitat nativo. Otras formas de identificación son si el gecko puede cambiar su color, su temperamento y si sus dedos tienen almohadillas adhesivas.
Otras formas de identificar un gecko incluyen si es más activo en el día o más activo en la noche, aunque la mayoría de los geckos son nocturnos. Muchos tipos de geckos pueden reproducirse partenogenéticamente, y otra forma de diferenciar entre los tipos de geckos es la cantidad de tiempo que tardan en incubar sus huevos. La incubación puede llevar de uno a tres meses. Los herpetólogos también suelen estudiar los poros de la piel de un gecko para determinar qué tipo es. La mayoría de los tipos de geckos pueden arrojar sus colas si se tiran de sus colas, pero ciertas razas pueden arrojar sus colas a voluntad si son atacados.
Algunos tipos de geckos tienen características distintivas más obvias: el gecko volador tiene solapas de piel entre el cuello y las piernas que lo ayudan a deslizarse de árbol en árbol, de manera similar a las ardillas voladoras, y el gecko cocodrilo se parece a un pequeño Cocodrilo porque su piel y cola están llenas de espinas.