La pseudo-psicología es un campo que pretende ser una rama del estudio psicológico, pero para el cual las ideas no se han cuestionado empíricamente o no resisten las pruebas científicas tradicionales. La pseudo-psicología cae bajo el paraguas de la pseudociencia.
Las señales de que un campo se puede clasificar como pseudo-psicología incluyen una gran dependencia de la tecnología y el uso frecuente de la tecnología en lugar de la lógica para justificar las afirmaciones. Métodos cuestionables para obtener datos y llegar a conclusiones es otro signo de una pseudociencia. Finalmente, el reduccionismo o la simplificación de la información o las conclusiones también es una bandera roja.
La pseudo-psicología es un campo que a menudo es sobrevalorado por los medios de comunicación que usan hallazgos cuestionables o no probados para justificar una afirmación en noticias. El verdadero estudio psicológico requiere que los investigadores consideren más de una avenida al determinar las respuestas; lo que generalmente conduce a la expansión de información e ideas.
Los psicólogos se sienten frustrados por la confianza que tiene el público en general en muchos campos pseudo-psicológicos. La frenología es un ejemplo de una práctica pseudo-psicológica que vincula el estudio de los bultos en la cabeza con la personalidad de una persona. La frenología se considera una pseudociencia porque se basa en un conjunto de suposiciones que no solo no se han probado, sino que se pueden probar.