El sonido es una onda mecánica que resulta de la vibración de las partículas del medio a través de la cual se mueve la onda. Las compresiones y rarefacciones de las ondas de sonido se mueven paralelas a la dirección de propagación de la onda , haciendo sonar una onda longitudinal.
El sonido también se puede definir subjetivamente como la interpretación humana de estas ondas mecánicas por el sentido auditivo. Esta definición es algo restrictiva, ya que excluye las frecuencias subsónicas y supersónicas que el oído humano no puede percibir. A diferencia de las ondas electromagnéticas, que pueden viajar en un vacío completamente sin material, debe estar presente un medio compresible para que el sonido se propague a través de él. Las ondas de sonido se pueden propagar a través de prácticamente todas las formas de materia, siempre que esta materia esté lo suficientemente compacta.
Las partículas del medio no viajan con la onda de sonido. En su lugar, vibran alrededor de sus posiciones fijas, transfiriendo energía a sus partículas vecinas. El comportamiento de una onda de sonido se ve afectado por la densidad del medio, la temperatura del medio y la presión del medio si es un gas. El movimiento del medio independiente de la onda de sonido también puede afectar la manera en que se propaga el sonido. Por ejemplo, el viento que fluye en la misma dirección que una onda de sonido permite que la onda lleve más lejos.