El tratamiento para E. coli en perros generalmente implica inyecciones para restaurar los líquidos corporales, la administración de una solución de glucosa para tratar la diarrea y antibióticos, según PetMD. La mayoría de los perros que contraen E. coli necesitarán ser hospitalizado y recibir tratamiento de emergencia; Debido a que un cachorro recién nacido tiene un sistema inmunitario no desarrollado, el tratamiento generalmente no tiene éxito en perros de esta edad.
Después del tratamiento para E. coli en perros adultos, la actividad restringida, el monitoreo, el calor y el descanso en la jaula son necesarios durante el período de recuperación, según lo establecido por PetMD. Se puede necesitar biberón o incluso líquidos por vía intravenosa para garantizar que el perro afectado reciba las necesidades nutricionales adecuadas. Mientras el perro se recupera, un veterinario puede tomar muestras de la sangre del perro para determinar el estado de infección del perro. Una vez en casa, habrá que vigilar al perro para detectar cualquier síntoma de retroceso y será necesario controlar su temperatura corporal. El tratamiento adicional depende en gran medida del progreso del perro.
Para los cachorros, la forma más importante de prevenir la E. coli es asegurarse de que amamanten y reciban el calostro producido por la perra en su primera leche después del parto. Cambiar la ropa de cama de la camada también es importante, al igual que lavarse las manos antes de manipular a los cachorros recién nacidos que aún están desarrollando su sistema inmunológico.