Los antecedentes culturales constituyen los factores y valores socioeconómicos, étnicos, religiosos, raciales, de género, lingüísticos u otros que dan forma a la educación de un individuo. Se puede configurar un contexto cultural a nivel familiar, social u organizativo. Ejemplos de diferentes grupos culturales incluyen vietnamita, inglés, afroamericano y católico irlandés. Los antecedentes culturales son una forma importante de definir la identidad de una persona.
Las personas de diferentes orígenes culturales a menudo tienen que interactuar entre sí. Estas interacciones pueden llevar a relaciones sólidas que ayudan a construir comunidades diversas capaces de alcanzar metas sustanciales. Por ejemplo, puede ser necesario trabajar eficazmente con personas de razas divergentes o con personas que hablan un idioma diferente para promover el desarrollo económico y la atención médica dentro de una comunidad o asegurar una buena educación para los niños.
Si bien es importante aprender acerca de las culturas de otras personas para tener éxito en trabajar juntos, uno debe entender su propia cultura antes de poder apreciar otra. Esta comprensión comienza con el reconocimiento de los valores, las costumbres y las visiones del mundo transmitidos por los abuelos o los padres o los adquiridos a partir de experiencias personales mientras crecemos en una sociedad determinada. Uno puede aprender sobre cultura conociendo personas de otras culturas, evaluando cualquier sesgo hacia otras culturas, haciendo preguntas y leyendo.