El pensamiento crítico es un proceso intelectual que requiere analizar un problema desde diferentes ángulos, analizar posibles soluciones desde perspectivas tanto positivas como negativas, y tomar una decisión que mueva la situación hacia una resolución apropiada. Considere la resolución de problemas como una oportunidad y no como un obstáculo insuperable.
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Identifique y analice el problema
Indique claramente el dilema que existe, luego evalúe los pros y los contras. Pregúntese si el problema es solucionable, si una persona puede resolverlo solo y si tiene un sesgo de pensamiento que necesita ampliarse. Intente razonar de manera justa, y manténgase abierto a la posibilidad de que pueda haber un malentendido.
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Soluciones de lluvia de ideas
Haga una lista de los posibles pasos que se pueden tomar para resolver el problema. Anote todo lo que se le ocurra, luego reduzca las posibilidades de incluir solo aquellas que puedan producir un resultado positivo. Una solución no se adapta a todas las situaciones, así que manténgase abierto a las ideas originales.
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Decide sobre una solución
Para cada situación, existe la posibilidad de un resultado satisfactorio, incluso si eso requiere aceptar las cosas tal como son y seguir adelante. Permita suficiente tiempo para revisar las opciones viables. Una vez que llegue a una decisión, tome medidas.