El propósito de un capullo de mantis religiosa es proteger los huevos que la hembra deposita después del apareamiento. Las mantis religiosas femeninas depositan de 10 a 400 huevos, según la especie. Cuando se ponen los huevos, una espuma blanca los cubre y se endurece para formar el capullo protector.
Las mantis religiosas pasan por etapas de crecimiento de manera muy parecida a otros insectos. Durante la etapa de huevo, el capullo los protege. Durante la etapa de ninfa, se parecen mucho a los adultos pero no tienen genitales ni alas hasta que alcanzan la edad adulta. La vida útil de una mantis religiosa es normalmente de 10 a 12 meses en un clima cálido. En climas fríos, las hembras mueren en los meses de invierno.