Aunque ciertos tipos de cánceres metastásicos se pueden curar con varios tratamientos, la mayoría de los pacientes a los que se les ha diagnosticado cáncer metastásico han resultado fatales, según lo declarado por el Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud. A partir de 2015, la tasa de supervivencia a 5 años de los pacientes con cáncer de pulmón metastásico en estadio 4 es del 4 por ciento, según la Clínica Mayo.
El cáncer metastásico se caracteriza por el crecimiento de un tumor maligno que se desarrolla lejos del sitio inicial del cáncer. Las células cancerosas se diseminan al ser transportadas por el torrente sanguíneo y el sistema linfático a otras partes del cuerpo, según lo explica la American Cancer Society. La metástasis puede ocurrir en el cerebro, las glándulas suprarrenales, el peritoneo y los genitales, pero son más comunes en los huesos, el hígado y los pulmones.
El pronóstico para el cáncer metastásico depende de varios factores, como la etapa en que se diagnosticó la metástasis o el nivel de respuesta de los pacientes de cáncer a los tratamientos. Los tratamientos generalmente se basan en el sitio primario de la enfermedad. Por ejemplo, los pacientes con cáncer de vejiga que han hecho metástasis en el hígado se someten a un tratamiento para el cáncer de vejiga. Los tratamientos recomendados incluyen varios tipos de terapia, como la terapia química, hormonal, dirigida, biológica y de radiación. La cirugía es otra opción disponible para los pacientes con cáncer metastásico. Aunque la tasa de supervivencia es actualmente baja, los avances en la investigación del cáncer tienen como objetivo prolongar la vida o curar totalmente a los pacientes de cáncer metastásico.