¿Cuál es el pronóstico para el cáncer de médula espinal?

Los pacientes con cáncer de médula espinal tienen una tasa de supervivencia promedio de 10 meses, según la revista Annals of Oncology. Una vez que el paciente experimenta compresión del cordón, la esperanza de vida se reduce a tres meses. Aunque los investigadores están investigando técnicas para mejorar la calidad de vida de las personas con metástasis vertebrales, muchos pacientes se quejan de dolor intenso, colapso de las vértebras, disminución de la movilidad y parálisis de las funciones de los intestinos y la vejiga.

La principal queja de los pacientes con cáncer de la médula espinal es el dolor, que se clasifica en tres tipos: dolor localizado crónico, dolor axial y dolor radicular, afirma Annals of Oncology. Los tumores en crecimiento pueden hacer que los huesos se estiren, dando como resultado un dolor localizado y la compresión de las raíces nerviosas. Esta compresión progresa hacia el dolor radicular, un dolor que se expande hacia la extremidad inferior a lo largo de la raíz del nervio espinal. La radioterapia suele ser el curso del tratamiento en un intento de reducir el tamaño del tumor.

De todos los pacientes diagnosticados con metástasis espinales, aproximadamente el 50 por ciento experimenta disfunción sensorial y motora, explica Annals of Oncology. El mismo número se queja de debilitamiento de la vejiga y el intestino. La compresión del cordón es un síntoma inicial para aproximadamente 5 a 10 por ciento de las personas con cáncer de la médula espinal. De estos, la mitad sigue teniendo movilidad, mientras que el 15 por ciento son parapléjicos. El alivio inadecuado del dolor puede resultar en una falta de movilidad. Cuando un paciente no puede moverse, existe un mayor riesgo de depresión, problemas respiratorios secundarios, tromboembolismo venoso y úlceras de decúbito.