Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el VPH, también conocido como el virus del papiloma humano, se transmite a través de las relaciones sexuales o el sexo oral con una persona infectada. Las rutas más comunes de transmisión son coito anal y vaginal. Los síntomas del VPH pueden desarrollarse años después de la infección, por lo que no siempre es fácil para las personas determinar si están infectadas.
La Clínica Mayo explica que, en muchos casos, el cuerpo se elimina del VPH antes de crear síntomas. Sin embargo, ciertas mujeres pueden desarrollar verrugas en la vulva, el área anal o dentro del cuello uterino. En los hombres, las verrugas por VPH suelen aparecer en el pene o en el escroto. Las verrugas genitales generalmente no causan dolor, pero pueden causar picazón. Las infecciones por VPH también pueden poner a ciertas mujeres en riesgo de desarrollar cáncer cervical. Las pruebas de Papanicolaou anormales pueden detectar cambios cervicales que pueden indicar una infección por VPH; es importante que las mujeres entre las edades de 21 y 29 años programen exámenes cervicales cada tres años.
WebMD explica que no existe una cura actual para el VPH, pero los tejidos anormales se pueden eliminar mediante una variedad de procedimientos cuando las infecciones no se resuelven por sí solas. Los procedimientos de tratamiento para el VPH incluyen biopsias de cono en las que se extirpan quirúrgicamente los tejidos afectados, procedimientos de crioterapia en los que se congelan los tejidos anormales y procedimientos quirúrgicos que utilizan corrientes eléctricas para eliminar las células cervicales anormales.