De acuerdo con WebMD, un absceso puede tratarse mediante cirugía del conducto radicular, extracción dental, incisión en la encía o medicamento. El tratamiento varía según el individuo, pero el objetivo del dentista es eliminar la infección, preservar el diente y evitar complicaciones.
WebMD describe la cirugía del conducto radicular como un proceso que drena el absceso y elimina cualquier tejido de la raíz enfermo. Se puede colocar una corona en el diente después de una cirugía del conducto radicular para proteger el diente. La extracción del diente también permite que el absceso drene a través de la cavidad, y cortar una abertura en el tejido de la encía infectada también ayuda a extraer el absceso; Se puede usar un láser de bajo nivel para hacer una incisión menos dolorosa. Los antibióticos ayudan a tratar las infecciones, y el agua salada agregada al agua tibia y los medicamentos de venta libre como el ibuprofeno ayudan a aliviar el dolor causado por el absceso.
Si un absceso no drena, la infección puede extenderse a la mandíbula, la cabeza y el cuello. Una afección potencialmente mortal causada por la sepsis, donde la infección se propaga por todo el cuerpo, también puede ocurrir a partir de un absceso no tratado. Si un absceso se rompe por sí solo, el tratamiento dental aún es necesario, incluso si el dolor ha disminuido. La Clínica Mayo afirma que mantener las malas prácticas de higiene dental y mantener una dieta rica en azúcar aumentan el riesgo de abscesos dentales.