El arte maya de los tatuajes involucró un proceso en el cual el artista pintaría el diseño en la piel de la persona que estaba tatuándose, luego cortaría el diseño para que cicatrizara y retuviera algo de tinta, señala la Historia en la red. Se vieron tatuajes en hombres y mujeres, y se hicieron como un homenaje a uno de sus muchos dioses, así como también como signos de fuerza y valentía.
Debido a que el proceso implicaba cortar la piel, no era infrecuente que surgieran infecciones, y muchas personas no pudieron completar el tatuaje en una sola sesión debido a la intensidad del dolor, como lo indica History on the Net Aquellos que sí recibieron tatuajes fueron honrados por soportar el difícil proceso.