Una biopsia de tiroides se realiza insertando una aguja fina, usando una aguja con una punta especial o haciendo una incisión para obtener una pequeña muestra de tejido de la glándula tiroides, explica WebMD. Los médicos examinan la muestra con un microscopio para determinar la presencia de problemas de tiroides.
En una biopsia con aguja fina, un médico usa una aguja fina que pasa a través de la piel y entra en la glándula tiroides, afirma WebMD. En una biopsia con aguja gruesa, se usa una aguja con una punta especial para obtener una muestra de tejido del tamaño de un grano de arroz. Una biopsia con aguja no requiere anestesia y le permite al paciente estar despierto durante el procedimiento.
Una biopsia abierta consiste en crear un corte a través de la piel, lo que le permite al médico ver la glándula tiroides, dice WebMD. Los médicos generalmente realizan una biopsia abierta cuando otras pruebas no pudieron determinar la causa de los síntomas de un paciente. A una persona se le administra anestesia general durante el procedimiento.
El propósito de una biopsia de tiroides es descubrir la causa de un bulto en la glándula tiroides o la causa de un bocio, señala WebMD. Para prepararse para el procedimiento, una paciente debe informar a su médico sobre cualquier medicamento regular que esté tomando, alergias a medicamentos y problemas de sangrado. En ocasiones, se realizan análisis de sangre para determinar si una persona tiene un problema de sangrado o un trastorno de la coagulación de la sangre.