¿Cómo se puede saber si la cadera de un perro se disloca?

Mientras que una radiografía es necesaria para confirmar un diagnóstico de dislocación de cadera en un perro, un perro que sufre de una cadera dislocada no soporta ningún peso en la pierna lesionada y esa pierna también puede parecer más corta que los otros tres, de acuerdo con la Red de Información Veterinaria. La dislocación de la cadera, o luxación de la cadera, se refiere a la separación de la cabeza femoral del acetábulo pélvico.

La dislocación de cadera es una afección grave que debe tratarse inmediatamente antes de que se formen cicatrices y aditamentos fibrosos, lo que hace que el perro tenga un rango de movimiento reducido y una capacidad limitada para soportar peso en la pierna, según la Red de Información Veterinaria. La dislocación de cadera se trata con reducción cerrada o el acto de volver a unir los huesos manualmente sin abrir la articulación, o con cirugía cuando sea necesario. Un veterinario depende de una radiografía para determinar la gravedad de la dislocación y decidir qué curso de acción es el adecuado. En la mayoría de los casos, el perro está confinado con su pierna en un cabestrillo durante una o dos semanas. Una vez que se retira el cabestrillo, queda confinado nuevamente por dos a cuatro semanas para permitir la curación completa. La mayoría de los perros suelen poder reanudar la actividad normal dentro de un par de meses después de una dislocación de cadera con el tratamiento médico adecuado.